Hay enfermedades que tienen nombres poéticos. Son nombres tan bonitos que no transmiten todo el trastorno que causan en la vida de quienes las padecen. Es el caso de la enfermedad que te presentamos hoy y que, como otras, es más frecuente en las personas con esclerosis múltiple: el síndrome de las piernas inquietas.
¿Qué es el síndrome de las piernas inquietas?
Básicamente consiste en lo que su nombre indica: las piernas no quieren estarse quietas, sobre todo en los momentos de descanso. Si te ocurre, sientes un deseo, una necesidad irreprimible de mover las piernas, en especial cuando estás en reposo (y más aún, de noche, al acostarte). Esa «ansiedad» por mover las piernas se acompaña de una molesta sensación de quemazón, calambre, pesadez, tirantez o dolor.
Todo desaparece ―o, al menos, se alivia― al moverte, por ejemplo, al levantarte y andar, al estirarte... Por el día, los síntomas se notan menos o incluso desaparecen por completo.
Es fácil imaginar el deterioro de la calidad del sueño (y de la calidad de vida) de alguien que tiene que estar levantándose o moviéndose todo el tiempo, ¿verdad? Agotamiento, fatiga, depresión, dificultad para concentrarse, etc. Pues si ese alguien tiene esclerosis múltiple, enfermedad que de por sí puede causar todos esos trastornos, las repercusiones del síndrome de las piernas inquietas son aún mayores.
¿Por qué me pasa a mí?
El mecanismo exacto por el que ocurre este síndrome no está muy claro. La mayoría de las veces ni siquiera se encuentra un factor de riesgo conocido. En cuanto a estos, se sabe que el síndrome es más frecuente en ciertas circunstancias: mujeres (ocurre el doble que en los hombres), otros familiares afectados, carencia de hierro, embarazo (sobre todo durante el tercer trimestre), diálisis, diabetes, enfermedades reumatológicas y… ¿adivinas?: esclerosis múltiple.
Si tienes esclerosis múltiple, tienes más riesgo que otras personas de sufrir el síndrome de las piernas inquietas; en concreto, tu probabilidad es de un 13 % a un 65 %, según un artículo de la revista Sleep Medicine Review.
Por otro lado, la cafeína, la nicotina, el alcohol y algunos fármacos lo empeoran.
¿Qué puedo hacer para mejorarlo?
Si tus piernas se empeñan en no dejarte tranquilo, tenemos una buena noticia para ti: ocho de cada diez personas mejoran sin medicamentos, solo con una serie de medidas generales. Estas son las siguientes:
Si, a pesar de todo esto, tus piernas siguen empeñadas en fastidiarte, existen medicamentos que pueden pararles los pies. Seguro que, finalmente, consigues vencer al indeseable síndrome de las piernas inquietas.
Referencias
Fecha de publicación: 12/2018
1810061986