La Organización Mundial de la Salud define el empoderamiento como el proceso mediante el cual las personas adquieren un mayor control sobre las decisiones y acciones que afectan a su salud.
Partiendo de esa definición general, decimos que el paciente con esclerosis múltiple empoderado es el que tiene la capacidad de decidir, satisfacer necesidades y resolver problemas, con pensamiento crítico y control sobre su vida. Para ello es básico que esté informado: ha de tener el conocimiento necesario para tomar esas decisiones.
Enseñar al paciente para que pueda formar un criterio propio y escoger entre las opciones que tiene al alcance, es responsabilidad de los profesionales médicos, pero muchas veces los pacientes necesitan más información.
Esta necesidad de conocimiento, ligada a la evolución del mundo digital, ha dado lugar a un nuevo tipo de paciente: el e-paciente. Es proactivo, usa habitualmente internet y genera e intercambia información con otros pacientes (sobre todo a través de las asociaciones de pacientes) y se interesa por contribuir a la investigación relacionada con la salud.
Colaborar con el paciente en la toma de decisiones permite personalizar los tratamientos, adaptarlos a las condiciones de vida del paciente y hacer que sean más seguros. Además, confiar en el paciente tiene efectos positivos en su recuperación.
La implicación del paciente en su salud supone un ahorro de recursos: hace un mejor uso de los medicamentos, previene complicaciones, disminuye las consultas (urgencias o hospitalizaciones) y las bajas laborales.
Si nos preguntamos cuál es la situación actual de los pacientes con EM en España, un estudio reciente revela que:
De todo ello podemos concluir que el paciente con EM, aunque es muy activo en la toma de decisiones sobre su enfermedad, tiene ciertas necesidades. Ofrecer información de interés y confiable, desde las consultas de neurología, aumentará su empoderamiento como paciente.
El empoderamiento del paciente aumenta su autonomía para tomar decisiones que afectan a su salud, para manejar los síntomas, y para controlar y gestionar la enfermedad. El paciente exige cada vez más información y participar de forma activa en las decisiones sobre su enfermedad.
Fecha de publicación: 05/2019
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