La ansiedad es una compañera habitual de la esclerosis múltiple. Es lógico: ¿quién no se sentiría preocupado, inquieto y temeroso frente a la incertidumbre que esta enfermedad supone? Sin embargo, que la ansiedad sea frecuente no significa que tengas que sufrirla de brazos cruzados, esperando a ver si se te pasa. Hay muchas cosas que puedes hacer para superarla. Aquí te contamos algunas.
Aleja los pensamientos negativos
¡Deja de preocuparte! Seguro que eso ya te lo han dicho, pero no es tan sencillo, ¿verdad? Los pensamientos negativos llegan a tu cabeza una y otra vez: «Seguro que la enfermedad va muy rápido en mí»; «Fijo que me echan del trabajo»; «Mi pareja no querrá estar conmigo…». Para alejar esos pensamientos, al menos durante un rato, puedes hacer lo siguiente:
Habla con alguien
Sacar afuera los miedos puede ser liberador y una gran vía de escape para disminuir la ansiedad. Te ayuda a aclarar las ideas y a ver las cosas con perspectiva. Los demás te aportarán su punto de vista y te ayudarán a buscar soluciones; incluso si no lo hacen, expresar lo que sientes te hará sentir mejor. Además, escuchar las preocupaciones y problemas que otros tienen te permitirá poner los tuyos en su justo lugar.
Preocúpate después
Cuando la preocupación y la ansiedad te impiden concentrarte en lo que estás haciendo (trabajar, estudiar…), Helpguide.org recomienda aprender a posponer los pensamientos que te preocupan. No los desechas, simplemente los dejas para después. ¿Cómo? Siguiendo estos tres pasos:
A veces, la ansiedad es un enemigo tenaz. Si a pesar de todas estas estrategias sigues sin controlarla, busca la ayuda de un psicólogo. Lo agradecerás.
Fecha de publicación: 01/2019
1812063377