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¿Sabía que en este preciso momento que se encuentra leyendo esta frase, está utilizando seis músculos de cada ojo para mantener el control de su visión? Si ha hecho clic en esta página, el mero acto de pulsar el ratón ha supuesto el trabajo coordinado de múltiples músculos, que van desde los dedos hasta el hombro. El cuerpo humano está compuesto por más de 600 músculos, que se contraen y relajan constantemente para ayudar a controlar todo tipo de movimientos, ya sean tan pequeños como teclear o tan grandes como lanzarse a una piscina. 

Los espasmos o la rigidez muscular afectan, por lo menos, a 1 de cada 5 personas con EM en algún momento. Muchos pacientes de EM, especialmente en las fases más avanzadas de la enfermedad, sufren de debilidad muscular, lo que puede dificultar la marcha o la movilidad[1].

Debilidad muscular, espasmos y rigidez: ¿cuál es la diferencia? 

Con el paso del tiempo, el daño a las fibras nerviosas que ayudan a controlar los músculos puede provocar debilidad muscular. Esto acostumbra a pasar cuando los músculos están en baja forma, como consecuencia de no utilizarlos. Con la EM, a veces la capacidad de la persona para mantenerse en movimiento disminuye con el tiempo, debido a síntomas como la fatiga, el dolor y el desequilibrio. Esto puede provocar que los músculos pierdan fuerza, lo que es llamado debilidad muscular[2]

La debilidad muscular es algo distinta a la rigidez y los espasmos musculares, también conocidos como espasticidad. A menudo puede resultar confuso usar palabras distintas para hablar de los mismos síntomas. La espasticidad o rigidez muscular se refiere a la sensación de «agarrotamiento» y a los movimientos repentinos o contracciones musculares involuntarias conocidos como espasmos musculares. Las personas con EM pueden experimentar estos síntomas de muchas maneras (por ejemplo, cuando un pie golpea el suelo de manera repetida) y, a veces, los espasmos musculares pueden causar problemas por la noche, dificultando el sueño. Dormir bien por la noche es muy importante para que las personas que padecen EM puedan controlar mejor los síntomas como la fatiga y la debilidad.

El cuidado de los músculos

El cuidado de nuestros músculos es más fácil de lo que parece: si no están bien, nuestros instintos nos llevan a descansar en el sofá, pero es recomendable mantenerlos en movimiento cada dos horas. Si nota problemas en sus músculos de forma habitual, las molestias son cada vez más continuas o sus síntomas empeoran, no espere y hable con su médico. Sea cual sea la opción que mejor le disponga, el objetivo será utilizar los músculos afectados lo máximo posible y de la forma más segura, para ayudarles a mantenerse más activos[3]

Otra forma de poder reducir su debilidad muscular es mediante una combinación de ejercicios cardiovasculares y de fuerza, que le puede aportar más energía. También los ejercicios de resistencia, como el levantamiento de pesas, pueden contribuir a fortalecerlos.  
Para todo ello, un fisioterapeuta puede ayudarle desarrollando un programa de ejercicios que se ajuste a sus necesidades y tenga en cuenta su EM. Antes de empezar y para evitar lesiones, también es importante que le muestre cómo hacerlos. Hable con su médico para tener más información sobre este aspecto[4]

El ejercicio suave y regular es la manera idónea de mantener la fuerza muscular y evitar que, con el tiempo, se produzca debilidad. Unos simples ejercicios una vez a la semana, pueden suponer una gran diferencia. Saber escuchar a su cuerpo y conocer sus limitaciones para no forzar más de lo necesario, es importante para no tener lesiones que impedirían realizar el mantenimiento de sus músculos. Lo que queremos es evitar la debilidad, no hacerla mayor y las prisas para obtener resultados rápidos nunca son buenas.
Esta práctica regular de ejercicios suaves incluye:  

  • Levantar o mover pesas pequeñas 
  • Entrenamiento aeróbico como el remo ligero o la bicicleta 
  • Estiramientos
  • Ejercicios acuáticos como la natación 
  • Yoga

Los síntomas de la debilidad muscular pueden variar con el paso del tiempo, por lo que es preciso que lleve un control y seguimiento de los mismos y comente estos cambios con su médico[4][5]

Referencias:

  1. National MS Society. Symptoms and Diagnosis, Weakness. Disponible en: https://www.nationalmssociety.org/Symptoms-Diagnosis/MS-Symptoms/Weakness

  2. National MS Society. Symptoms and Diagnosis, Spasticity. Disponible en: https://www.nationalmssociety.org/Symptoms-Diagnosis/MS-Symptoms/Spasticity

  3. MS Trust. Weakness. Disponible en: https://www.mstrust.org.uk/a-z/weakness

  4. Healthline. Multiple Sclerosis Muscle Weakness. Disponible en: https://www.healthline.com/health/multiple-sclerosis/muscle-weakness#coping