Vivir con esclerosis múltiple es todo un desafío. El impacto del diagnóstico, la incertidumbre, la adaptación a los cambios, etc., son procesos que generan ansiedad y preocupación.
El día a día de las personas con esclerosis múltiple es un camino, a veces, empinado; pero es un camino que no tienes que recorrer en soledad. Muchos profesionales te ayudarán, entre ellos, el psicólogo. Te contamos todo lo que puede hacer por ti.
Trastornos emocionales frecuentes en las personas con esclerosis múltiple
La esclerosis múltiple tiene consecuencias emocionales profundas. Es difícil adaptarse a una enfermedad incierta, con una evolución impredecible. Además, la desmielinización y el daño en ciertas zonas cerebrales, así como algunos medicamentos, pueden causar alteraciones emocionales.
Las alteraciones afectivas más frecuentes en las personas con esclerosis múltiple son la ansiedad, la depresión, la tristeza, los sentimientos de pérdida, el miedo, la preocupación y la irritabilidad.
¿Qué puede hacer el psicólogo por mí?
En pocas palabras, su papel principal es enseñarte a manejar las emociones que la esclerosis múltiple te genera. Además, te informará sobre la enfermedad y te asesorará para manejar sus síntomas.
Un psicólogo puede ayudarte a lo siguiente:
Existen diferentes terapias, como la cognitivo-conductual. Pueden ser individuales, en pareja, en familia o grupales.
¿Cuándo debo consultar con el psicólogo?
La respuesta a esta pregunta varía, ya que cada persona es un mundo, pero algunas señales pueden indicar que precisas ayuda:
Los momentos claves —después de recibir el diagnóstico, los brotes, cuando hay secuelas, etc.— suelen ser muy delicados emocionalmente. El psicólogo es un gran apoyo en esas circunstancias.
Un último consejo: pide ayuda antes de llegar al límite y de que la situación te desborde. Eso no es de débiles ni de locos, sino de personas que luchan por su bienestar. Habla con un psicólogo. ¿Qué puedes perder?
Referencias
Fecha de publicación: 06/2018
1804057321