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Dos mujeres sentadas mirando un tríptico

Todo lo relacionado con la lactancia materna suele ser centro de polémicas. Ten la seguridad de que, durante tu embarazo, todo el mundo (amigos, familia, compañeros de trabajo…) opinará sobre lo que tienes que hacer cuando des a luz. Es difícil no dejarse influenciar por las presiones que sentirás en esos momentos, en los que, además, serás más vulnerable.

Si estás embarazada, habla con tu neurólogo para conocer todas las peculiaridades acerca del embarazo, el parto, el posparto y la lactancia materna en las mujeres con esclerosis múltiple. Después, siéntate con tu pareja, dialogad y decidid juntos qué es lo mejor para vosotros. Para ayudaros en esa decisión, vamos a intentar arrojar un poco de luz sobre el tema.

¿Dar el pecho es perjudicial para mi enfermedad?

La lactancia materna no perjudica a las mujeres con esclerosis múltiple. No aumenta el número de brotes. Como se sabe desde hace tiempo, el embarazo es un periodo en el que los brotes tienden a disminuir. En los primeros meses después del parto, en cambio, puede existir un repunte de actividad de la enfermedad. Sin embargo, esto les ocurrirá tanto a las mujeres que den el pecho como a las que opten por la lactancia artificial.

¿Dar el pecho es beneficioso para mi enfermedad?

En los últimos años se han publicado algunos estudios (como, por ejemplo, el de Hellwig) en los que se sugiere que la lactancia materna puede «proteger» de la aparición de brotes. Estos estudios no están claros, ya que las mujeres que participaron tenían formas poco agresivas de la enfermedad. Pero lo que sí podemos afirmar es que no aumenta la actividad ni la posibilidad de sufrir un brote.

¿Puedo dar el pecho si estoy en tratamiento para la esclerosis múltiple?

Normalmente, si el tipo de esclerosis múltiple que tienes es poco activo y deseas darle el pecho a tu bebé, te aconsejarán que estés sin tratamiento durante ese periodo.

Algunos medicamentos están claramente prohibidos durante la lactancia, ya que pasan a la leche y pueden producir efectos en tu bebé.

Otros medicamentos se clasifican como de bajo riesgo o probablemente seguros, ya que, aunque se ha visto que apenas pasan a la leche materna, hay poca experiencia con ellos. Por esta razón, en general, se desaconseja la lactancia materna a todas las mujeres que toman medicamentos para tratar la esclerosis múltiple, incluso aunque sean los clasificados como probablemente seguros.

En el caso de que tu esclerosis múltiple sea bastante activa, quizás te recomienden reiniciar el tratamiento inmediatamente tras el parto. Pregunta a tu neurólogo los riesgos que supone en esa situación continuar con la lactancia materna, ya que, como hemos explicado, cambian mucho dependiendo del medicamento.

Si quieres más información sobre la posibilidad de tomar medicamentos para los síntomas de la esclerosis múltiple (por ejemplo, para los espasmos, los calambres o el cansancio) mientras das el pecho, habla con tu neurólogo. Además, tienes a tu disposición una página web con información documentada sobre los riesgos durante la lactancia materna de la mayoría de los medicamentos:  http://www.e-lactancia.org.

Ya sabes: infórmate bien y, después, decide. ¡Feliz lactancia (sea esta natural o artificial)!

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