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Chica acostada en un sofa cubierta con una manta

Antes de planificar un embarazo, es importante comentar con el neurólogo todas las dudas que nos surjan, para decidir entre todos cuál es el mejor momento para tener un hijo.

Aunque cada situación se debe hablar de forma individualizada, hay algunas ideas de carácter general que conviene conocer, incluyendo:

¿Qué riesgos puede haber para el bebé?

Por lo general, el embarazo es seguro para las mujeres que tienen EM. Según un estudio reciente, investigadores canadienses analizaron 432 nacimientos en mujeres que tenían EM y casi tres mil nacimientos en mujeres que no la padecían de 1998 a 2009. No encontraron diferencias significativas en el momento del parto ni en el peso de los bebés nacidos de mujeres con EM comparándolo con los bebés nacidos de madres sin la enfermedad.

¿Cómo puede afectar el embarazo a la evolución de la EM?

El riesgo de brotes se reduce durante el embarazo, sobre todo en el 3º trimestre. Se cree que es por el comportamiento del sistema inmune durante el embarazo. El patrón de citoquinas durante el embarazo es antiinflamatorio y esto se traduce en una menor inflamación y ataque a la mielina. Además, desarrollamos niveles altos de corticoides durante el embarazo que podría ayudar a reducir ese riesgo de tener brotes.

El riesgo de brotes se incrementa en el postparto (3-4 meses posteriores). Casi se multiplica por 2 con respecto al riesgo de brotes previo al embarazo. En el estudio PRIMS (Pregnacy in MS) se incluyeron 254 mujeres embarazadas y se siguieron durante 2 años después del parto. Se vio que la media de brotes previos al embarazo era de 0.7/año. La media de brotes durante el embarazo fue de 0.2/año en el 3º trimestre y la media de brotes en el postparto fue de 1.2/año para los 3 primeros meses.

A pesar de estos riesgos, el 72% de las pacientes no tuvieron brotes durante el postparto.

Aunque no hay factores que predigan el riesgo de brote en el postparto, en este estudio las variables que se relacionaron con alto riesgo de brotes en el postparto fueron:

  • Aumento en el número de brotes en el año previo al embarazo.

  • Discapacidad alta en el momento del embarazo.

  • Presencia de brotes durante el embarazo.

A los 21 meses del parto la proporción de brotes fue similar a la previa al embarazo. La progresión de la discapacidad no se vio influenciada por el embarazo, parto o periodo postparto, de tal manera que no hay incremento en la discapacidad a largo plazo (el riesgo de brotes del postparto queda compensado por la protección del embarazo).

Con respecto al parto, se programa igual que para el resto de las mujeres: se puede hacer con anestesia epidural si se desea, la indicación de cesárea la sienta el ginecólogo por motivos obstétricos no el neurólogo (excepto pacientes con paraplejia o discapacidad importante), el parto vaginal o por cesárea no modifica el pronóstico de la EM.

Dra. Cristina Íñiguez Martínez. Médica adjunta de Neurología. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza. Junio 2012

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